miércoles, 7 de noviembre de 2012

Bajo un techo estrellado de mosquitos


Hoy es 7 de noviembre. Aun faltan 7 días para que mi madre cumpla 38 años de ejercicio de la medicina. Uno de las grandes motivos por los cuales es mas que suficiente para mantener una gran sonrisa. Es cierto, de todo lo que sucede en el día  en el mes, en el año siempre tendemos a acordarnos del 0,01 % que salio mal o tal vez torcido. Por lo menos desde algún punto de vista.
Por eso estoy hoy, esta noche, escribiendo. Haciéndolo como una de esas ideas que mi Mom me las tira al "tun tun" a través del teléfono a 480 km de distancia desde su consultorio. Una de esas ideas locas para algunos y tan familiares para otros. “ Sácate lo que sentís. Plasmalo en una hoja”. Creo que palabras tan sabias para conmigo no pueden salir de otra persona mas que de ella. Si, siempre presente (ahora entre lagrimas), tan objetiva, tan humana, tan “divina”. La única persona en la que confió plenamente. Parece mentira pero yo también estoy tan cerca. Nunca anduvimos bien con las fechas pero el solo recordarlas en medio del mar nos hace enorgullecernos de nosotros mismos. A pesar de todo, firmes. Con sonrisas y gustos.
Creo que desde pequeño soñé con una familia solida, unida. Amor. Ella fue todo. Hoy aunque las circunstancias hagan tambalear las esperanzas sigo soñando con lo mismo.
Fue extraño y tan lindo a la vez. Allí estaba hace un rato. Parado frente al espejo del baño bajo un techo estrellado de mosquitos. Por momentos recordando como si fuese una película. De comienzo a fin. Lo que pudo ser y lo que tal vez hubiese sido. Una calma me recorrió en forma de escalofrío el cuerpo. Con los ojos entreabiertos mire mi corazón. Trate de buscar algo oscuro, pero no encontré nada. Trate de encontrar mentiras, odio, rencor, algún tipo de maldad, pero no había. Solo había amor y dolor. Dos cosas tan comunes como necesarias. Haber perdonado cualquier cosa, no me garantizo que del otro lado hubiese, no respuesta parecida sino arrepentimiento. Entonces me di cuenta de algo demasiado claro: del otro lado no se sentía lo mismo que de este lado.
Una vez escuche una frase: “el que ama las perlas se tira al mar”
Me encontré en la introducción después de un punto. No se si un punto seguido o un punto aparte. Era un punto y de eso estaba seguro. Que fuese una coma o un punto y coma ya no dependía de mi. Sabia que había hecho todo lo necesario. Que había dado mi vida y la de todos los que dependían de alguna manera de mi por algo en que creí  por algo que quería formar, por algo que quería cambiar, por algo que quería construir. Por amor. Sabia que debía estar orgulloso de mi por haber expresado y entregado todo por alguien. Por alguien por quien yo había decidido entregar mi corazón. Pase lo que pase hice lo mejor. Hice hasta donde mi esperanza mi abrió el horizonte que al principio no tenia fin.
Se que no es bueno hablar de lo malo, de las faltas que vinieron del otro lado. Solo voy a hablar de lo que hice, de lo que ofrecí  de todo y hasta donde fue capaz mi corazón, mi cuerpo y mi alma de entregarse por algo, por alguien. Hay mucho vino malicioso y poco vino del mejor.
Conmigo no hay finales, no hay muertes, no hay cortes, no hay olvidos. Esas solo son decisiones de Dios. Creo que es una de las ventajas que tiene la gente. No durarme el enojo mas de unos cuantos minutos. Tal vez sea mi espíritu autocritico o tal vez la conciencia.
Nunca, pero nunca es tarde para pedir perdón. Nunca es tarde para reconocer, nunca es tarde para amar, nunca es tarde para expresarse. Es muy triste la gente que se muere sin haber expresado lo que realmente sentía. Expresar es una de las grandes maravillas de la vida. Son las cosas que realmente conmueven.
Creo en la infinita posibilidad de oportunidades. Las oportunidades las damos como un gesto de amor y humildad, no importa cuantas sean. Nunca las cosas están tan mal. Lo único que no tiene marcha atrás, es la muerte.
Te hice caso Mom.

P.D.: No lo veo tan mal :)


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