martes, 13 de agosto de 2013

#UnMartesTrecePara o/

Un martes 13 certificado como uno de los mejores días de mi vida.-

El 2013 es nuestro o/

Una de esas 6 imposibilidades pensadas antes de empezar el día se hizo realidad...

(por lo que, sacando las cuentas, las 5 restantes también son materializables...)




P.D.: próximamente...

domingo, 11 de agosto de 2013

Paciente entre "primos" e "iguales"

Bueno. Acá estoy. La verdad es que no sé por donde empezar (como si alguna vez lo supe).
Estoy en una de esas noches en que entre frazadas, con mi celular a la izquierda sobre mi mesa de luz y mi taza de cafe color marron y te con leche, "sobrevolando" mi nariz al ritmo de alguna conversación ajena a lo lejos, trato de seguir el ritmo del segundero de mi reloj. Siempre tratando de encontrar algún error en la secuencia... "tic...""tac...", en fin, "tictacs" que en realidad nunca son iguales...
Anoche tuve la genial idea de ponerme mi bata azul de baño. Fue muy raro, pero allí estaba... colocándome el cinturón mientras me lamentada no haber ido al supermercado por azúcar. #AgostoConA me activó. Tal vez las paredes me hayan visto vomitar palabras sobre algo, aunque no se bien sobre que. Rastros no han quedado de aquel fallido intento por reencontrarme. Lo cierto es que empecé un hermoso trabajo. Estuve entretenido por horas. Primero un mapa y después el diseño de un regalo que significaría mucho al menos para mi, su remitente. Entre mates amargos abrí el cuaderno y lo vi. Era la letra de mi abuela. En la ultima hoja, en el reverso, describía un sueño. Bah... habían números. Alcé la vista en busca de algo, aunque ignoré qué. En la pila de cajas de zapatos del ropero alcanzaba a verse del lado izquierdo un cuaderno de espirales. Era pequeño pero ¿cómo olvidarlo? Fue mi ultimo diario o mejor dicho, mi ultimo "borrador de entradas de blog". Llevaba dos años entre los libros. Había esperado mi regreso. Paciente entre "primos" e "iguales". No me había visto en años pero sus hojas temblaron al sentirse observadas por un rostro que miraba asombrado la inspiración de un pasado no muy lejano. Tal vez vieron mis canas y algunas heridas en mi mirada. Desde aquel entonces no han dicho una sola palabra. Tan solo disfrutan de aquel placer, de sentirse leídas.
Prometí que por un tiempo no habría mas números. Volví a revisar la cocina veinte veces antes de salir.
Recordé que en algún momento mis manos construían, mis ojos proyectaban, mi voz tranquilizaba... que en algún momento aquellos 9 capítulos se hicieron 12 en plena guerra... en que el mundo se empecinó en leernos la mente... en que creé recuerdos de los que ahora no puedo escapar, recuerdos errantes que buscan algún lugar en mi mente de personas que nunca sabré si existen.
Acá está la armadura que solía usar Jorge, Alejandro y en ciertas ocasiones Fabri. Una armadura que se abrió paso a lo desconocido, que eligió a sus aliados con amor y a sus enemigos con prudencia y cautela. Una armadura que se hizo de grandes hazañas sin haberlas deseado y que volteó barreras enfranqueables con tan solo una palabra.


sábado, 27 de julio de 2013

Galadriel

«doncella enguirnaldada de un brillante resplandor» en Sindarín.-




En El Señor de los Anillos, J. R. R. Tolkien ofrece otra descripción de Galadriel en la que aporta datos sobre su apariencia física y la de su esposo Celeborn:

«Muy altos eran, y la dama no menos alta que el señor, y hermosos y graves. Estaban vestidos de blanco y los cabellos de la dama eran de oro y los cabellos del señor Celeborn eran de plata, largos y brillantes; pero no había ningún signo de vejez en ellos, excepto quizás en lo profundo de los ojos, pues éstos eran penetrantes como lanzas a la luz de las estrellas y sin embargo profundos, como pozos de recuerdos».

«El espejo de Galadriel» en El Señor de los Anillos, de J. R. R. Tolkien.


Lamento de Galadriel:

Ai! Laurië lantar lassi súrinen
¡Ah! ¡Como el oro caen las hojas en el viento,
yéni únótimë ve rámar aldaron!
e innumerables como las alas de los árboles son los años!
yéni ve lintë yuldar avánier
los años han pasado como sorbos rápidos
mi oromardi lissë-miruvóreva
de dulce hidromiel en las altas salas
Andúnë pella, Vardo tellumar
de más allá del Oeste, bajo las bóvedas azules de Varda
nu luini yassen tintilar i eleni
donde las estrellas tiemblan
ómaryo airetári-lírinen.
en la voz de su canción sagrada y real.
Sí man i yulma nin enquantuva?
¿Quién me llenará ahora de nuevo la copa?
An sí Tintallë Varda Oiolossëo
Pues ahora la Iluminadora, Varda, la Reina de las Estrellas,
ve fanyar máryat Elentári ortanë
desde el Monte Siempre Blanco ha elevado sus manos como nubes
ar ilyë tier undulávë lumbulë
y todos los caminos se han ahogado en sombras
ar sindanóriello caita mornië
y la oscuridad que ha venido de un país gris se extiende
i falmalinnar imbë met,
sobre las olas espumosas entre nosotros,
ar hísië untúpa Calaciryo míri oialë.
y la niebla cubre para siempre las joyas de Calacirya.
Sí vanwa ná, Rómello vanwa, Valimar!
Ahora se ha perdido, ¡perdido para aquellos del Este, Valimar!
Namárië! Nai hiruvalyë Valimar!
¡Adiós! ¡Quizá encuentres a Valimar!
Nai elyë hiruva! Namárië!
Quizá tú la encuentres! ¡Adiós!




sábado, 29 de diciembre de 2012

¡Gracias! :)


Quería alertar en primer lugar que posiblemente esto salga como mi primer revoque con cemento. La razón aún la desconozco pero es como si fuese la primera vez que empiezo a escribir. No pego una. Parece increíble pero últimamente me está costando plasmar algo sobre papel. Generalmente sale fácil. Es como vomitarlo. Todo suele fluir y en el camino va tomando forma aunque en sus comienzos no sepa ni siquiera de que voy a hablar. Al final todo tiene su forma, no sé si la que esperaba pero la que al fin la que conforma y de la que te sentís por un tiempo o en un tiempo orgulloso. La verdad es que nunca sé de qué forma dirigirme a un público indeterminado. Simplemente se empieza pero como dicen los grandes escritores… “se comienza escribiendo, oraciones cortas y simples” como decía Hemingway.
Para empezar debe haber algo en tu interior que te incline a escribir. Algo inquieto, tal vez un dolor, una molestia, o mejor aun algo positivo como la alegría.
Es cierto. Es un público muy nutrido y esta altura del año ya estoy pisando el 26 de diciembre pasadas las 2:13 a.m., y todavía dudo del contenido de este texto. Creo que está a punto de cortarse la luz por enésima vez. ¡Ah! Me olvidé de aclarar que estoy en Paso de los Libres, sentado en la sala de esperas del consultorio de mi madre. Se avecina una tormenta pero ahora estamos en la etapa del ventarrón. Sinceramente no sé porque siempre trato de ubicar temporal y espacialmente al lector. Tal vez para crear un ambiente para imaginación. Es una costumbre. No hagan caso. Es gracioso estar lleno de dudas. Dudas sobre cada letra.
Anoche meditaba sobre ciertas cosas de la vida y llegue a la conclusión de que es en vano arrepentirse de lo hecho o echar de menos. Las cosas las hacemos en una circunstancia determinada. No podemos criticar el pasado.
Podría titular esto “Volver a escribir” pero en realidad lo que siento es la necesidad de dar gracias.
A titulo introductorio quiero dejar en claro algunos puntos. Las explicaciones mas profundas pueden hacerlas ustedes. Si ahondo un poco mas podría expresarme de tan forma que el sentido de mis explicaciones podría confundirlos o peor aun tener una dimensión multivoca por lo que se me iría de las manos lo que en este momento estoy agarrando a duras penas para que no vuele. Confieso que mi locura siempre pasó por un exceso de sensibilidad. Oler temprano lo que seguro pasa después o simplemente, podría decirse, que termino atrayéndolo.
La verdad es que quería agradecerles y compartir, por este medio, todo lo que cada uno de ustedes aporto en mi corta vida. Un cuarto de siglo no es poco. Dentro de veinticinco más serán cincuenta. Trato de ser escueto pero no puedo. Una vez me dijeron: “si es muy largo no lo leen”. Bueno esas son cosas que ya escapan de mis manos. Tendré lastima a quienes no lo terminen (lo digo por mi) y tal vez los que lo terminen entenderán muchas cosas. Pero no dejo de dudar. Volviendo a la edad… desde que me pelaron creo que se han duplicado las canas. Creo que hay responsables que pagaran con la misma moneda pero con intereses.
Muchos de ustedes me “aguantaron” siempre. Sé que es vulgar el termino pero creo que un sinónimo elegante, formal, serio y educado no lograría abarcar y expresar adecuadamente mis emociones. Al decir de Fontanarrosa de las malas palabras “hay palabras… que son irremplazables por su sonoridad, por su fuerza, algunas incluso por la contextura física de la palabra”
Fue un año difícil. La verdad me sentí demasiado extraño. Me preocupo que algunas cosas hayan superado a otras. Mi escala de preocupaciones se invirtió como la pirámide de Kelsen. Pero mas allá de todo me sirvió para conocerme más. Jamás creí que llegaría a tanto (el tanto es como una nebulosa) y que pondría a prueba mis propios principios. Los más sólidos, a los que puse a prueba, quedaron firmes. Se mueven con el viento, de deshojan en el otoño y queman sus hojas en el verano pero vuelven a brotar en la siguiente primavera. Aquellos que eran de arcilla se los llevó el viento. Pero hay cosas seguras. Reconocí el horizonte detrás de las fronteras. Y aquí podría tirar diez mil frases hechas pero me explayaría demasiado. Llega un punto en que te das cuenta de que los limites, los miedos y los problemas solo existen en la medida que les des cabida en tu mente. Que fuera de ella hay un mundo que sigue girando.
A manera de una posdata adelantada solo podría decir “lo volvería a hacer, porque me hizo feliz”. Digo… ni vencedores ni vencidos, como dice un amigo “uno elije hasta donde y con quien”. (Nótese que estoy repitiendo muchas palabras, pero a esta altura ya quiero terminar)
Quería dedicarle el esfuerzo principalmente a mi vieja, Marita Niveyro, a mi abuelo, Jorge Niveyro y a mi abuela Alice Gómez que ya no esa con nosotros desde el 29 de agosto de 2012 pero que nos relojea desde las plateas más altas. Creo que sin ella no hubiese hecho lo que hice. Hubiese sido un Jorge, tal vez en alguna otra provincia, con alguna otra carrera, con otras personas... Sé que dolió una frase de ella cuando terminaba la primaria pero me sirvió para darme cuenta en que paño jugaba, hacia donde iba, y quien era quien. Para darme cuenta de que alrededor a nadie en realidad le importa la vida de una más que a uno mismo.
Un eterno agradecimiento a todos (cada uno sabe) en forma colectiva por aguantarme y por confiar y creer en mí, por aceptarme y por sentirse queridos. No puedo empezar a nombrar porque siempre me voy a olvidar de alguien. Gracias a cada uno por su granito de arena. Gracias a los que están lejos y a los que están cerca. Todos están en mi corazón y son parte de mi vida.
Yo no comparto la famosa frase: “bla, bla, bla… esta nueva etapa” porque en realidad no lo ví nunca como un comienzo ni un fin, ni como un antes ni un después. Empecé desde que aparecí en la panza de mama y no sé cuando termine. Terminas y decís, “¿esto era?”
Conocí muchísima gente “grosa”, que la verdad me dejó con la boca abierta. Sin entrar en demasiados detalles, digo… animarse a estudiar con hijos, trabajo, nietos, enfermedades, problemas judiciales, económicos, jubilados… hay que tener huevos. Envidiable. Gente que se preocupe por uno sin pedir nada a cambio. Envidiable. Gente que sin haberte visto se preocupe por como estas. Envidiable. Dicen que Corrientes es una ciudad cerrada pero no. Nadie nunca me cerró las puertas. Hay de todo como en todos lados. Tal vez porque nadie es profeta en su tierra siempre me sentí muy cómodo. Tal vez de más.
Siempre creí que si cada quien proyectaba su interior, cada uno en su individualidad y originalidad seria especial. No me equivoque. Hacer las cosas que te hacen felices sin imposiciones sociales o culturales nos conduce irremediablemente a gloria que uno lleva dentro.
Nunca pierdan eso que los hace especiales. Nunca hagan algo que vaya en contra de su armonía interna. Estar limpios de cuerpo y alma es la mayor expresión de la libertad. La verdadera libertad. Con la que sabes que podes irte sin deber nada a nadie, sin haber dejado dolor.
Nunca se olviden de seguir “ondeando luzca el sol o no”, porque “cuando la noche es más oscura se viene el día en tu corazón”. No se olviden que “el que abandona no tiene premio” y que “la vida sin problemas es matar el tiempo a lo bobo” como reza el Indio Solari en sus crípticas letras.
"¡Este asunto esta ahora y para siempre en tus manos nene!"
Tal vez me adelante en muchas cuestiones. Lo único que todavía no probé fue haber caído preso pero bueno, no va a faltar oportunidad.
Pero hay más… a lo mejor soné un poco melancólico al principio pero mi estado de ánimo es otro. Digo… no todos los días te recibís (claro que la estoy terminando el 29 de diciembre de 2012 cerca de las 10:43 p.m. ¡ojo!). Agradecido al cien por ciento por todo a Dios, a la Virgen de Itatí, a Jesucristo, a San Ignacio, a San José, a San Cayetano y a la Virgen de la Medalla Milagrosa por un hermoso año lleno de cosas hermosas. Pase un hermoso año junto a cada uno de mis amigos y de mi familia. Los recuerdos quedan grabados para siempre en mí. Gracias al Padre Pablo Ferreyra de la Iglesia de Nuestra Señora de la Merced que nos guía desde arriba y al Padre Goyo de la Iglesia San Juan Bautista Debo saldar muchísimas cosas pendientes que desde luego no me olvido. Están en lista de tareas para el 2013. Hay que estar agradecido por cada día y cada oportunidad que tenemos. Siempre suelo ser un poco crítico conmigo mismo, habito desde luego que hay que flexibilizar. Pero hay que ser exigentes siempre sino nos comen los leones. Es la verdad. ¡Supérense mientras respiren!
Ahora me toca salir a rebuscármelas. Allá afuera hay un mundo por descubrir. No hay mucho que pensar, hay que salir y hacer.

P.D.: valoren las actitudes, sean prudentes con las personas pero no dejen de confiar siempre. Créanme no hay nada más hermoso que sentirse seguros y no hay mejor regalo que brindar seguridad (valga la redundancia si es que la hay)

Como siempre hago excepciones, no sé si será una segunda posdata pero si algo que no podía faltar más si nos acercamos al 31 de diciembre…

¡Feliz Año Nuevo!

Gracias gente por estar :)



Pintura al oleo de la abuela Alice Etelvina Gomez de Niveyro
siempre en mi corazon :)

domingo, 23 de diciembre de 2012

Era el mismo.-


Bueno, aca estoy. Sin luz desde hace casi cinco minutos. Mi compu sigue encendida con algo de batería. El único brillo que tengo es la pantalla y algun grillo escondido en mi habitación. Una bolsa me hace cosquillas en el pie. Hace algo de calor pero esta tranquilo. Lo manejo con la respiración, je. De fondo suena “Never Want To Say It's Love” del ultimo disco de Dido. Estoy demasiado relajado. No es la calma que precede a la tempestad, claro esta. Tal vez al revés. Fue un dia muy distinto a los demás. Hoy llegue al limite. Contaba por el numero 1.000.654 cuando me salto la térmica. Ahí estaba. Sentado en el patio desarmando un aire acondicionado, en el sol, recibiendo las instrucciones dictatoriales de mi abuelo. Pobre… pero si me saco de quicio. Por un momento entre tener que repetirle veinte veces las cosas para que escuche o se cuelgue en algun tema extraño me vi desde lo alto. Quizás haya sido mi abuela. Mi abuela desquitándose lo que aguanto por sesenta y pico de años jajajaja La brisa me rodeo, todo se paralizo, hasta el sudor que corria por mi espalda. Era yo. Era mi naturaleza que abrió la puerta cuando terminaba el ultimo suspiro. Un remolino debajo de la parrilla fue lo único que pude ver desenvolverse. Mi abuelo inmóvil jamás supo que paso por mi cabeza. Lo único que pensé era “¿esto es? ¿de esto se trata?”… era yo. Era Jorge. Jorge Alejandro Favre Niveyro. El mismo de la panza hace veinticinco años, el mismo de la primaria hace catorce años, el mismo de la secundaria hace siete, el mismo de la facultad hace quince días. El mismo que había peleado hasta lo ultimo por obtener lo que deseaba. El mismo que había obtenido siempre lo que deseaba por luchar por ello. El mismo. Lo que hasta hace unos meses no significaba nada, hoy me salvaba la vida. Los recuerdos volvieron esta vez mas fuertes. Lo había conseguido. Había conseguido todo lo que deseaba. Mirarme en esa foto del año 1994 parado allí en un acto me hizo enorgullecerme de mi mismo, de ese chiquito muy parecido al mio que con todo lo que arrastro a cuesta hoy era un hombre. El mismo. Me puse de pie. Una mirada. Tal vez la sintió y por eso también dio la vuelta y se dirigió a mi. Solo asintió. Yo solo tire una sonrisa complice. Di la vuelta y entre a la casa. Sentía que detrás había demasiado pero había algo dentro de mi que latia con buen ritmo. El interior deseaba expresarse, deseaba construir, proyectarse. Deseaba coordinar armonía con el exterior. Lo que hasta hace instantes me superaba era un hermosa oportunidad para poner a prueba mi fortaleza para extender mis limites si es que los tenia. Lo vi con otros ojos. Antes había un mundo sin construir; hoy lo vi construido con mis propias manos. Con el pasar de las horas el panorama ya era alentador, distinto. Mis ojos ciegos estaban bien abiertos. Entonces me pregunte “¿Por qué no? ¿no seria maravilloso?” me lo merecía y porque no regalármelo. Lo único que tenia que hacer era que ocurra.

P.D.: hoy vi aquella luna de febrero que forma el fondo del blog. Esta vez de noche. La vi desde otro lugar, desde Libres. La vi en otro mes, en diciembre.

La clave esta en estar en armonia con lo que sentimos dentro. Si lo estas nunca podes fallar. Nunca.


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Bajo un techo estrellado de mosquitos


Hoy es 7 de noviembre. Aun faltan 7 días para que mi madre cumpla 38 años de ejercicio de la medicina. Uno de las grandes motivos por los cuales es mas que suficiente para mantener una gran sonrisa. Es cierto, de todo lo que sucede en el día  en el mes, en el año siempre tendemos a acordarnos del 0,01 % que salio mal o tal vez torcido. Por lo menos desde algún punto de vista.
Por eso estoy hoy, esta noche, escribiendo. Haciéndolo como una de esas ideas que mi Mom me las tira al "tun tun" a través del teléfono a 480 km de distancia desde su consultorio. Una de esas ideas locas para algunos y tan familiares para otros. “ Sácate lo que sentís. Plasmalo en una hoja”. Creo que palabras tan sabias para conmigo no pueden salir de otra persona mas que de ella. Si, siempre presente (ahora entre lagrimas), tan objetiva, tan humana, tan “divina”. La única persona en la que confió plenamente. Parece mentira pero yo también estoy tan cerca. Nunca anduvimos bien con las fechas pero el solo recordarlas en medio del mar nos hace enorgullecernos de nosotros mismos. A pesar de todo, firmes. Con sonrisas y gustos.
Creo que desde pequeño soñé con una familia solida, unida. Amor. Ella fue todo. Hoy aunque las circunstancias hagan tambalear las esperanzas sigo soñando con lo mismo.
Fue extraño y tan lindo a la vez. Allí estaba hace un rato. Parado frente al espejo del baño bajo un techo estrellado de mosquitos. Por momentos recordando como si fuese una película. De comienzo a fin. Lo que pudo ser y lo que tal vez hubiese sido. Una calma me recorrió en forma de escalofrío el cuerpo. Con los ojos entreabiertos mire mi corazón. Trate de buscar algo oscuro, pero no encontré nada. Trate de encontrar mentiras, odio, rencor, algún tipo de maldad, pero no había. Solo había amor y dolor. Dos cosas tan comunes como necesarias. Haber perdonado cualquier cosa, no me garantizo que del otro lado hubiese, no respuesta parecida sino arrepentimiento. Entonces me di cuenta de algo demasiado claro: del otro lado no se sentía lo mismo que de este lado.
Una vez escuche una frase: “el que ama las perlas se tira al mar”
Me encontré en la introducción después de un punto. No se si un punto seguido o un punto aparte. Era un punto y de eso estaba seguro. Que fuese una coma o un punto y coma ya no dependía de mi. Sabia que había hecho todo lo necesario. Que había dado mi vida y la de todos los que dependían de alguna manera de mi por algo en que creí  por algo que quería formar, por algo que quería cambiar, por algo que quería construir. Por amor. Sabia que debía estar orgulloso de mi por haber expresado y entregado todo por alguien. Por alguien por quien yo había decidido entregar mi corazón. Pase lo que pase hice lo mejor. Hice hasta donde mi esperanza mi abrió el horizonte que al principio no tenia fin.
Se que no es bueno hablar de lo malo, de las faltas que vinieron del otro lado. Solo voy a hablar de lo que hice, de lo que ofrecí  de todo y hasta donde fue capaz mi corazón, mi cuerpo y mi alma de entregarse por algo, por alguien. Hay mucho vino malicioso y poco vino del mejor.
Conmigo no hay finales, no hay muertes, no hay cortes, no hay olvidos. Esas solo son decisiones de Dios. Creo que es una de las ventajas que tiene la gente. No durarme el enojo mas de unos cuantos minutos. Tal vez sea mi espíritu autocritico o tal vez la conciencia.
Nunca, pero nunca es tarde para pedir perdón. Nunca es tarde para reconocer, nunca es tarde para amar, nunca es tarde para expresarse. Es muy triste la gente que se muere sin haber expresado lo que realmente sentía. Expresar es una de las grandes maravillas de la vida. Son las cosas que realmente conmueven.
Creo en la infinita posibilidad de oportunidades. Las oportunidades las damos como un gesto de amor y humildad, no importa cuantas sean. Nunca las cosas están tan mal. Lo único que no tiene marcha atrás, es la muerte.
Te hice caso Mom.

P.D.: No lo veo tan mal :)


martes, 16 de octubre de 2012

Que triste

Que triste es no poder decir las cosas con libertad.
Que triste es mover un dedo y creer que damos una vida.
Que triste es sentirse una mochila.
Que triste es tener un ego tan grande.
Que triste es creerse perfecto.
Que triste es no aflojar.
Que triste es no amar.
Que triste es tener que hacer un gran esfuerzo para conseguir tan poco.

Todo sirve.