“Lunes 13 de agosto de 2012, 23:17 p.m.” iba a ser una de esas cartas
que redactadas a las apuradas terminan de barrer las cenizas que habían dejado
24 horas de incertidumbre y pesimismo. ¿Muerto?, “quedé mordiendo el aire solo
y sin dolor”. ¿Estas son conversaciones de dos horas que te hacen olvidar dos
horas de infelicidad al día no? Dos horas durante las cuales suspendes el tránsito
intestinal para explotar en la función de Spiderman 4 frente a la computadora
abrazado al almohadón y añorando un café con leche tibio.
Así es. Como te contesté hace un rato. Estoy convencido de que sufrir
por amor en el siglo XXI sólo es una muestra de vanidad e indiferencia a la
realidad. Tenemos todo. Cada uno de esos detalles que nunca te acordás, los
encontrás en Facebook o en “Brando”. Dios no puede estar en todos los detalles. En todos y cada uno. Vamos a lo general. No pidas un “10”. Pedí aprobar; la nota ponétela vos.
Parece mentira pero suena un poco ridículo confesar a través de un
mensaje de texto el hecho de no poder contar con ciertas personas para poder
hablar. O sea, imaginate mi caso: tener que tirar un telegrama colacionado con
aviso de entrega y bajo apercibimiento de tenerse por contestado ante el
silencio de 2 horas o más, a 30.000 kilómetros de distancia. Llegue o no llegue
cumplió su función.
Te cambiaría (conditionnel) mi Johannes M. Simmel por tu Erich Fromm si
no es que lo hubiese leído hace cinco años. Aunque no lo creas, un profesor de filosofía
lo recomendó mientras daba “detalles” en medio de su explicación de las
perspectivas gnoseológicas de su eje del tiempo.
Es decir, (y miro al cielo, que en realidad es un techo) de tanto
pensar, repensar y no pensar o creer que no pienso, no puedo ni siquiera
pasar el resaltador verde sobre las oraciones subrayadas. ¿Esto es para tanto
o realmente es fuerte porque es importante, serio y bla, bla, bla?
Tengo ganas de vomitar, palpitaciones, quiero un buen vino Malbec, un
viaje a los Himalayas, un sueño con Paramahansa Yogananda y una balde con agua
caliente para poner los pies mientras miro PPT.
Tipo (tipo, tipo nah) algunas emociones realmente me confunden. O sea, ¿pasé
un montón de años creyendo haberme superado en muchísimas cosas y cuando me doy
cuenta, al llegar a casa estoy en cero? “¿Que podría ser peor? Eso no me
arregla a mí”
Me dijo Tesarevich: "¿y vos que le respondiste? ¿No dijiste nada?"
No sé… no… no pude. Estaba en medio de un jaque en el tablero,
cualquier movimiento me iba a condenar. Iba a perder las piezas más
importantes. Quise ser forro, pero no pude. Quise ser piola, pero no pude.
Quise ser humano, pero no pude. Quise ser hijo de puta, pero no pude. Quise ser
yo, lo que realmente pensaba, pero me dio miedo (no pude)
_ ¿Pulusa? ¿Y qué hiciste?
_ Y… mirá: como si no pensase bastante ya en ella (ella), pensé en ella
(yo)
Boludo. Sabes las ganas que tenía de decirle: “¡PUTA!” pero ¿con qué
fundamento?
Entonces me retuerzo mientras duermo y sueño con ladrones que asaltan
mi casa quinta en Concordia… me despierto destapado y con dolor de garganta
cuatro minutos antes de que suene mi despertador a las seis de la mañana.
Yo que me las sé todas: ¿pongo Elvis, Creedence o subo el nivel con Los
Redondos?
Hace mil años hubiese dicho quiero una enfermera rubia con un buen
perfume. ¿Un gran remedio para un gran mal?
_ ¡Chachito! Basta de interrogantes. Una persona que te pide un tiempo
es porque hay alguien. Es más, si voy más profundo… si te pide un tiempo es
porque no te quiere. Una persona que te quiere esta siempre.
_ ¡Si! ¡Soy libre! y “alone”.-
P.D.: copio y pego mi P.D.: ;)
Foto del Dodge 1500, je
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